En estos videos, exponemos una crisis creciente que está destruyendo familias: las falsas denuncias—frecuentemente impulsadas por intereses personales económicos, utilizadas como armas en batallas legales, y permitidas por un sistema que prefiere hacer la vista gorda. Al caso se lo hizo conocer con el hashtag #bastadecaranchos, ya que Argentina define como Caranchos a los abogados inescrupulosos que hacen falsas denuncias.
Hemos estado analizando un caso real, y lo que hemos descubierto es escalofriante. La abogada penalista Patricia Anzoátegui nos acompaña para explicar cómo, en muchos de estos casos, el motor no es la protección del menor, sino el beneficio económico. Como ella misma lo expresa: “Las falsas denuncias muchas veces están impulsadas por intereses monetarios, no por la verdad.”
En Argentina, este patrón se ha vuelto alarmantemente generalizado. El Poder Judicial, en lugar de ser un defensor de la justicia, ha optado frecuentemente por el silencio en lugar de investigar bien los casos, y por la comodidad en lugar del coraje. Da la espalda a las crecientes pruebas de falso testimonio agravado y manipulación—especialmente en los fueros de familia y penal—donde la justicia se distorsiona sistemáticamente por influencia, ideología o intereses económicos.
Cuando los tribunales se niegan a investigar denuncias falsas o a responsabilizar a quienes actúan con malicia, no solo están fallando: se convierten en cómplices de la injusticia.
Acompáñanos mientras desglosamos este caso, revelamos las tácticas utilizadas para silenciar y desacreditar a personas inocentes, y escuchamos a Patricia Anzoátegui mientras expone la cruda verdad detrás de un sistema judial en crisis en la República Argentina.